MIVIVA

La Parroquia, inspirada por el Plan Diocesano de Pastoral, ha logrado trazar su propio Plan Parroquial. El Plan Parroquial ilumina el caminar de todos los agentes de pastoral y fortalece la unidad en la consecución del mismo objetivo. El Objetivo del Plan Parroquial es. "Hacer de nuestra Parroquia una comunidad decididamente misionera, impulsada por la fuerza del Espíritu  Santo, mediante la formación de agentes y el desarrollo de una pastoral contextualizada, para lograr en el bautizado la madurez en la fe y el fortalecimiento de pequeñas comunidades en la Iglesia y en la sociedad"

El objetivo anterior nos ayuda a establecer una línea de acción prioritaria: "Hacer de nuestra Parroquia una comunidad renovada, formadora de discípulos en estado permanente de Misión". Ésta linea prioritaria a partir de la Asamblea Parroquial celebrada el 5 de febrero de 2017 se asume por todos los agentes de pastoral  con un mayor énfasis y claridad; expresando ante todo el "cómo" se ha de lograr el objetivo del plan y puntualizar la misma línea de acción prioritaria: "Haciendo de nuestra parroquia una misión y de cada cristiano un misionero".

Nos inspira el número 29 del Documento de Aparecida, "Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestras palabras y obras es nuestro gozo".

MISIÓN
Ser una comunidad Evangelizada y Evangelizadora, con nuevos métodos, expresiones y ardor, para forjar una comunidad creativa y viva.

VISIÓN
Llegar a ser una comunidad renovada e impregnada en el Espíritu de Cristo, forjadora y formadora de discípulos para transformar al hombre de hoy en testigo de la Buena Nueva.

VALORES
Libertad.
Viviendo la libertad de los hijos de Dios para responder con generosidad al proyecto divino.
Amistad.
Creciendo en amistad con el Señor Jesús y con el prójimo, que nace y se acrecienta en la oración y en la digna recepción de los sacramentos.
Respeto.
Capacidad de valorarnos y valorar al otro como hermano, aprendiendo a cuidar sus limites.
Honestidad.
Viviendo en la coherencia con la que se piensa, se cree y se hace.
Servicio.
Realizando las cosas por pequeñas y simples que sean por amor a Cristo y a su Iglesia.
Unidad.
Creciendo en el trabajo de conjunto y haciendo realidad el sueño de Jesús como distintivo de todo discípulo.
Responsabilidad.
Es la capacidad de responder con el gozo y la belleza de ser discípulo de Jesucristo en comunión.
Caridad.
Es la vivencia del mandamiento del amor.
Coherencia.
Es la vivencia de nuestra fe en la verdad.
Tolerancia.
Es la capacidad de saber escuchar y aceptar a los demás, valorando las distintas formas de entender.

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